21/7/11

¿CÓMO AFRONTAR UN CASO DE BULLYING DESDE LA ESCUELA?

Cuadernos de Educación y Desarrollo
Vol 1, Nº 1 (abril 2009)
Nuria Otero Martínez
jmariohv@yahoo.es
Cada vez son más comunes los casos de bullying en nuestros centros educativos, y es que nuestra sociedad está cambiando y se está volcando hacia caminos más agresivos y menos solidarios. Esta situación es bastante preocupante y más cuando se trata de niños/as que están empezando a crecer y que formarán la sociedad de mañana por lo que tanto desde el hogar de estos niños/as como desde el aula se deben buscar caminos alternativos y más acordes con los principales valores de nuestra sociedad: Respeto, tolerancia e igualdad.
Es muy común leer en la prensa diferentes casos de bullying y estos casos no sólo se están dando entre adolescentes de la ESO, sino que cada vez las edades en las que se producen estas prácticas son menores; por ello se deben desarrollar metodologías que impliquen los valores señalados desde la Educación Primaria intentando detectar estos casos e influenciando sobre los alumnos/as de manera positiva.
Para poder dar una serie de pautas con las que detectar los casos de bullying desde la escuela y poner en funcionamiento una serie de metodologías con las que afrontarlo es necesario conocer perfectamente el término bullying:
Tal y como afirman Santiago Cambero Rivero y M. Mar Tully Sánchez: “resulta complejo definir el fenómeno "bullying", y más aún traducir literalmente este vocablo inglés al castellano. Implica a veces el golpear o dar patadas a otros compañeros de clase, hacer burlas, "pasar de alguien", etc. Pero estas situaciones resultan bastantes comunes en los centros educativos (colegios e institutos), y pueden llegar a ser muy dañinas para quienes las sufren, generalmente en silencio y en soledad”.
El concepto de “bullying” proviene de la palabra inglesa “bull” que significa embestir, aunque también ha sido traducido como matón. Se trata de una adaptación del concepto de acoso moral en el trabajo al acoso moral en el ámbito escolar; ambas formas de comportamiento tienen mucho en común, dado que las dos son manifestaciones de violencia psicológica a través del acoso grupal, lo que las diferencia es el ámbito donde tiene lugar, unos en el trabajo y otros en la escuela.
Concretando más la definición de “bullying” puedo citar la dada por Fuensanta Cerezo, profesora de Psicología de la Universidad de Murcia y experta en bullying que lo define como: “ forma de maltrato intencionado y persistente de un alumno hacia otro sin que medie la provocación”, posteriormente añadió que: “el problema se da en las relaciones interpersonales y que en el proceso colabora todo el grupo del aula y no es algo sólo del agresor y la víctima”.
La palabra "bullying" se utiliza para describir estos diversos tipos de comportamientos no deseados por niños y adolescentes, que abarcan desde esas bromas pesadas, el ignorar o dejar deliberadamente de hacer caso a alguien, los ataques personales, e incluso los abusos serios. A veces es un individuo quien hace el "bullying", o un grupo (pandilla).
Lo más importante no es la acción en sí misma, sino los efectos que produce entre sus víctimas. Nadie debe subestimar el miedo que un niño, niña o adolescente intimidado puede llegar a sentir.
Por tanto, estas situaciones de acoso, intimidación o victimización son aquellas en las que un alumno o alumna está expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que llevan a cabo otros compañeros.
Por acciones negativas entendemos tanto las cometidas verbalmente o mediante contacto físico, como las psicológicas de exclusión.
No hay que confundir estas situaciones con los típicos altibajos que se producen en las relaciones entre los alumnos, especialmente a lo largo de la etapa de la adolescencia y preadolescencia. Los conflictos y las malas relaciones entre iguales, los problemas de comportamiento o de indisciplina son fenómenos perturbadores pero no son verdaderos problemas de violencia, aunque pueden degenerar en ellos, si no se resuelven de una forma adecuada.
Podemos citar una serie de características generales que pueden poseer los acosadores y las víctimas y que pueden ayudarnos a reconocer un caso de bullying:
El tipo más común de víctimas presentan normalmente algunas de las siguientes características:
-Son prudentes, sensibles, callados, apartados y tímidos.
-Son inquietos, inseguros, tristes y tienen baja autoestima.
-Son depresivos y se embarcan en ideas suicidas mucho más a menudo que sus compañeros/as.
-A menudo no tienen ni un solo buen amigo y se relacionan mejor con los adultos que con sus compañeros/as.
-En el caso de los chicos, a menudo, son más débiles que sus compañeros /as.
Estas características hacen que sean un blanco fácil para los acosadores que se aprovechan de sus debilidades para llevar a cabo su acoso.
Los acosadores por su parte tienden a mostrar algunas de estas características:
-Fuerte necesidad de dominar y someter a otros compañeros/as y salirse siempre con la suya.
-Son impulsivos y de enfado fácil.
-No muestran ninguna solidaridad con los compañeros/as victimizados.
-A menudo son desafiantes y agresivos hacia los adultos, padres y profesorado incluidos.
-Suelen estar involucrados en actividades antisociales y delictivas como vandalismo, delincuencia y drogadicción.
-En el caso de los chicos son a menudo más fuertes que los de su edad y, en particular, que sus víctimas.
-No suelen tener problemas con su autoestima.
He de señalar que cuando el acosador se encuentra en grupo se crece y suele aumentar su violencia contra el acosado.
Todo esto debe ser observado desde la escuela para captar con rapidez un caso de esta índole que tanto suelen marcar a los que lo padecen.
Debido a esta gran problemática son muchos los programas que se han desarrollado para ayudar en la prevención del “bullying”, entre todos los analizados, yo personalmente apuesto por el elaborado por Marina Parés Soliva que se ha puesto en práctica con mi alumnado del aula de Apoyo a la Integración y que paso a explicar a continuación sus aspectos más relevantes:
Este programa se basa en el respeto a la toma de decisiones del menor sobre la resolución de su propio problema, con la única salvedad de que no se van a tolerar más agresiones sobre él. Todas las acciones a diseñar han de cumplir ese objetivo: Cortar de raíz las agresiones.
Debemos ser conscientes, como indica la definición de “bullying” de que nos enfrentamos a un acoso grupal, eso significa que por un lado está un grupo de alumnos que agraden y por el otro la víctima agredida, muy sola y con muy pocos apoyos, no se trata para nada de una riña entre dos.
Además debemos ser muy cuidadosos con el tono empleado con el niño acosado, ya que estamos frente a un niño que ha perdido la confianza en sus semejantes. Es muy importante no culpar al niño de su situación y para ello es básico responsabilizar de la violencia a aquéllos que la ejercen y no a la víctima. El niño tiene que sentir que lo comprendemos.
También debemos ser conscientes de que a menudo el líder manipulador no es el mismo que ejerce la máxima violencia contra la víctima, dado que como buen manipulador ha conseguido rodearse de aliados que le hacen el trabajo sucio, y si no sabemos identificar bien quién es el líder manipulador la intervención sobre el grupo acosador fracasará.
En el ámbito de clase es el tutor la persona más apta para intervenir de manera adecuada dentro del contexto escolar, en este caso y tratándose del Aula de Apoyo a la Integración, el papel principal lo posee el maestros de Pedagogía Terapeútica, que actúa como tutor en su aula; además debemos hacer que el alumnado posea un papel más activo y que carezca de miedos al denunciar los acosos, para ello podemos instalar en el aula un “buzón de denuncias” con el que posean total confianza de poder comunicarse con nosotros sin miedo a que se desvele la problemática sin antes solucionarla. Cuando el tutor reciba una denuncia en dicho buzón o de manera verbal deberá llevar a cabo las primeras actuaciones que se centran en la protección del niño-víctima, en cortar las manifestaciones violentas y en buscar la colaboración y el compromiso de la dirección escolar.
Un buen plan de intervención consta de dos apartados: La intervención escolar y la intervención familiar (tanto con los padres del niño-víctima, como con los padres del niño-acosador y de los otros niños violentos). Dentro de la intervención escolar hay que distinguir el trabajo dentro del aula, que recaerá sobre el tutor de la intervención con el resto de los profesores, que recaerá más de la dirección.
El trabajo en el aula debe incluir el trabajo con los niños protagonistas, y con el grupo-clase, para cada uno de estos grupos existen diferentes formas de actuación:
Con el niño víctima: Las actuaciones han de centrarse en tres ejes básicos:
Medidas de protección: Deben ser pactadas con el menor y no es aconsejable que duren más de tres meses.
Medidas de aceptación: Debemos ayudar al menor a aceptar su situación, evitando la negación y la huída, trabajar para que el niño víctima supere la auto-inculpación, todo ello, a través de charlas tutoriales.
Medidas de reconocimiento: Se basa en la aplicación de actuaciones que aumenten la autoestima del niño-víctima, pues hay que fomentar la valoración de su imagen pública dándole algún papel protagonista en la vida del aula.
Con el grupo de matones: Las actuaciones se regirán por estos cuatro principios de actuación:
Control: Transmitir el mensaje claro de que no se va a permitir más violencia y explicitar las medidas correctoras si ello continúa.
Detección: Hay que saber distinguir entre quién acosa y quienes lo secundan
-Responsabilidad: Debemos potenciar la responsabilidad de las propias actuaciones que van desde pedir perdón al niño-víctima hasta acciones concretas de compensación. Primero estas actuaciones han de ser supervisadas por un adulto y valoradas por el niño-víctima.
-Disgregación: Hay que romper la unidad del grupo y ello se puede conseguir a través de la inclusión de sus miembros en otros grupos.
Con el grupo-clase:
Este grupo debe ser considerado como víctimas secundarias del grupo acosador ya que han sido testigos de situaciones violentas y pueden poseer mucho miedo a ser tratado igual, al tiempo que hay mucha culpa, mayor en la medida que más edad tiene el grupo-clase, por no saber defender a la víctima. Por ello debemos basar nuestra actuación en principios como:
-Reacción: Donde potenciaremos la recuperación de la capacidad de reaccionar frente al grupo acosador a través de la denuncia pública en las tutorías privadas o anónimas a través del “buzón de denuncias”. Además podemos contribuir a la creación de grupos anti-bully siempre que no se actúe a través de la violencia para no recaer en otro caso de bullying.
-Convivencia: Debemos fomentar de manera especial los valores de la convivencia. Se considera muy útil la elaboración de trabajos sobre ética, violencia, coraje y espíritu crítico y las posteriores exposiciones en clase.
-Solidaridad: Se debe favorecer actuaciones que ayuden a la inclusión del niño-víctima en la dinámica de la clase. Un aumento de tareas de responsabilidad dentro del aula o que reciba protección amistosa el líder positivo de la clase.
Actuación de la Dirección con el resto del profesorado:
La Dirección ha de poder incidir en el resto del profesorado para que se aumente la vigilancia de los miembros del grupo acosador y en la protección de la víctima.
En lo referido a la intervención familiar:
El tutor ha de poder contar con ayuda del psicólogo escolar, o del director para poder intervenir con los padres de los alumnos implicados a los que se les hará entrevistas diferenciadas.
Con respecto a los padres del niño-víctima decir que debemos mostrarnos en todo momento colaboradores y basarnos en contener la angustia del niño y la de los padres y por otro lado debemos ayudarles a no culpabilizar al niño ni a sí mismos.
Con respecto a los padres del niño-matón debemos ayudarles a reconocer que tienen un grave problema a resolver, tenemos que intentar que ellos no permitan ni consientan más agresiones de su hijo y que vean la necesidad de recibir atención terapéutica especializada externa a la escuela.
Con respecto a los padres del grupo acosador también debemos ayudar a que reconozcan la necesidad de que sus hijos aprendan otras formas de relacionarse, para ello es básico que colaboren en pedir perdón a la víctima. Estos padres habrán de ayudar a sus hijos no permitiéndoles más agresiones mediante el auto-control de la violencia, a través del fomento de la autoestima y del desarrollo de un criterio propio que les proteja del sometimiento grupal y les facilite la inclusión en el grupo-clase de forma individual y no grupal. Algunos también requerirán tratamiento terapéutico externo y especializado.
Como conclusión señalar que, aunque en el Aula de Apoyo a la Integración no ha habido caso de bullying, ellos han sido capaces de comprender lo que es gracias a la visión de películas como “Cobardes”. Creo que a través de este trabajo los alumnos han comprendido la necesidad de denunciar los acosos que se produzcan en el Centro (sean víctimas o no) por lo que mi confianza en ellos ha aumentado puesto que sé que serán capaces de analizar la situación y de comunicársela a un profesor/a para intervenir de manera pacífica solucionando los distintos problemas de bullying que puedan darse en el Centro.
Debemos ser conscientes de que este programa de intervención tendrá buen resultado cuando logra atajar la situación de violencia y marginación, y cuando la víctima pueda proseguir la escolaridad en un entorno cálido y protector.
En todo momento se debe recomendar a los escolares víctimas de acoso escolar que no callen, que hablen; por ello he creído importante hacer mención a este plan de intervención que tanto me ha ayudado en el desarrollo de la convivencia escolar y en el fomento de principios de tolerancia, respeto, solidaridad, amor, libertad, confianza… denunciando y desechando cualquier tipo de violencia escolar.
Por último y para concluir añadir la necesidad de consulta de diversas fuentes bibliográficas con las que ayudarnos a en la realización de estas dinámicas, entre todas ellas puedo destacar:
-FERNÁNDEZ HERRERÍA, Alfonso (ed.) (1994). Educando para la paz: nuevas propuestas. Granada: Universidad de Granada, Colección Eirene n.3.
-HICKS, David (comp.) (1993). Educación para la paz: Cuestiones, principios y prácticas en el aula. Madrid: Morata.
-ACNUR ESPAÑA (1995). Material Didáctico: ayúdanos, ¡enséñalo!. Madrid. ACNUR España.
Además es de destacar la importancia que tiene hoy en día la consulta de páginas Web ya que es un recurso muy utilizado debido a la gran variedad de información que nos ofrece y a la inmensa documentación que puede obtenerse a través de dichas consultas, entre las páginas Web que se han consultado puedo destacar:
www.eacnur.org/valores.cfm
http://averroes.cec.junta-andalucia.es
www.pntic.mes.es/recursos/primaria/transversales/index.html
www.edualter.org
www.convivencia.mec.es/
www.edex.es
www.aprendiednoaconvivir.net/es/recursos                           

17/7/11

GRANITO DE ARENA

“El documental es la historia del SNTE, pero en un contexto más amplio, con secuencias históricas y movilizaciones contemporáneas. Incluye entrevistas con figuras internacionales como Eduardo Galeano, quien pone el problema en un contexto global: lo que está pasando en México también sucede en los sistemas de educación pública en todo el mundo, y al final del documental, en la tercera parte, se intenta dar voz a algunos actores del movimiento, quienes coinciden en señalar que la resistencia magisterial está en crisis, es decir, que ha bajado la participación de los maestros.”
El video inicia en 2003 con el conflicto en la Normal Rural de Chiapas, un conflicto muy violento en esa entidad, donde una parte de este problema tenía mucho que ver con las recomendaciones del Banco Mundial para recibir un préstamo de 40 millones de pesos y que demandaba convertir las escuelas normales en escuelas técnicas y semi privadas; después, vamos 20 años atrás, al inicio del movimiento magisterial, y lo seguimos hasta nuestros días, y vemos cómo se desarrolló de forma paralela con la aplicación de la política neoliberal en México.
“El video no intenta decir abiertamente que lo que está pasando en México está sucediendo en Estados Unidos y Canadá, porque el contexto es totalmente diferente, pero tiene la intención de que los maestros en esas dos naciones puedan percatarse de que estos problemas no son diferentes a los que enfrentan en sus escuelas; la diferencia es que en México hay una resistencia que ha logrado enfrentar esas políticas de privatización, cosa muy importante para que los maestros estadunidenses vean que hay formas de enfrentarlas, porque no hay en mi país no existe ninguna resistencia magisterial”

GRANITO DE ARENA  (cada uno de los esquiroles y lacayos del SNTE- GORDILLO, funcionarios del gobierno aliados a ellos. Son cómplices culpables y responsables de la represión y masacre de que son objeto los maestros y estudiantes, como se muestran en el video video. )"malditos aquellos que traicionan a su clase y a su gremio"
Click con el botón derecho y guardar enlace como para bajar esta rola MORENA.mp3


7/7/11

Fiasco educativo Enciclomedia y sigue PHDT

"Se invertía en apariencia, pero se descuidaban contenidos"
El analfabetismo tecnológico de las autoridades acabó con Enciclomedia
Foto: José Antonio López
El PHDT, programa digital de Calderón, se encamina al fracaso: especialista
Arturo García Hernández
Periódico La Jornada
Lunes 27 de junio de 2011, p. 2
Enciclomedia fue uno de los programas más ambiciosos del gobierno de Vicente Fox. Tenía el objetivo principal de equipar con tecnología digital las escuelas públicas del país y de ese modo hacer de la educación el motor del progreso individual, familiar y nacional; la base del combate a la pobreza. Lamentablemente, su fracaso fue estrepitoso, directamente proporcional a las expectativas que despertó.
Los críticos del programa han señalado distintas causas del fracaso. Daniel Rodríguez, programador y desarrollador en el proyecto, sostiene que hay un error de origen: el analfabetismo tecnológico de las autoridades responsables.
Ahora, el gobierno de Felipe Calderón ha remplazado Enciclomedia con el Programa Habilidades Digitales para Todos (PHDT). Rodríguez advierte que este programa también se encamina al fracaso, por las mismas razones que su antecesor. Todo con cargo al erario.
Con todo el apoyo de Fox y posteriormente de Calderón, entre 2004 y 2008 Enciclomedia recibió un presupuesto de 24 mil 827 millones de pesos. En su informe de la fiscalización de la cuenta pública 2009, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) señaló que, de esa cantidad, 11 mil 333 millones (45.6 por ciento) fueron empleados en rubros no relacionados con los fines del programa.
En dicho informe, la ASF emitió un dictamen negativo que señalaba los dudosos resultados del programa, las deficiencias de su funcionamiento, la opacidad en el manejo de los recursos asignados, el robo y deterioro de equipos, la ausencia de indicadores de evaluación y el incumplimiento de distintas leyes y reglamentos.
De esa manera la ASF daba la puntilla a Enciclomedia, que desde sus orígenes había sido blanco de fuertes cuestionamientos y motivo de encendidas controversias entre sus detractores y defensores.
La magnitud de las irregularidades detectadas dio lugar a que en noviembre de 2010 la Cámara de Diputados redujera drásticamente el presupuesto del programa, que pasó de 4 mil millones 841 mil pesos en 2010 a poco más de 545 millones en 2011. La disminución fue de 88.7 por ciento. El destino de Enciclomedia estaba decidido.
Con la publicación de las reglas de operación en el Diario Oficial del 31 de diciembre de 2008, ya bajo el gobierno de Felipe Calderón, nace el PHDT, que en su primer año (2009) recibe mil millones de pesos. Al año siguiente, 2010, únicamente le asignan 595 millones, pero en 2011, mientras se reducía el presupuesto de Enciclomedia, el del PHDT se disparó hasta 4 mil millones 903 mil pesos (824 por ciento más en relación con el año anterior).
En el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, el gobierno federal considera estratégico insertar al país en la vanguardia tecnológica, como algo esencial para promover el desarrollo integral. Para ello, resulta imperativo impulsar el desarrollo y utilización de nuevas tecnologías en el sistema educativo para apoyar la inserción de los estudiantes en la sociedad del conocimiento.
Con esa finalidad nace el Programa Habilidades Digitales para Todos. Lamentablemente, señala Daniel Rodríguez, repite errores de su antecesor.
A diferencia de otros cuestionamientos, centrados en los errores de diseño del proyecto y en la falta de transparencia en el empleo de los recursos, Daniel Rodríguez hace la crítica desde una perspectiva tecnológica, de primera mano, a partir de su experiencia de cinco años como programador y coordinador de distintas áreas del proyecto diseñado en el Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa (ILCE).
Rodríguez se remonta a 2004, cuando se integró al equipo que elaboró Enciclomedia, conformado por aproximadamente 200 personas, entre programadores, diseñadores, ilustradores, pedagogos y académicos de distintas disciplinas. Al frente del grupo estaba Felipe Bracho Carpizo, entonces coordinador de Informática Educativa del ILCE.

Relata el entrevistado: Cuando pregunté: ¿quién es el arquitecto de información del proyecto? La respuesta fue: ¿qué es eso? Me di cuenta de que estábamos en problemas; que si un proyecto de esa magnitud no tenía un arquitecto, las cosas se irían dando como se nos ocurriera. Así fue.
A un error siguió otro hasta que se volvió una maraña imposible de desenredar.
El primero, sostiene Rodríguez, fue poner a los diseñadores gráficos al frente del proyecto: “casi no había desarrolladores, programadores ni pedagogos; se invertía mucho dinero y esfuerzo en la apariencia de Enciclomedia, pero se descuidaban los contenidos y lo que llamamos la usabilidad, es decir la facilidad para manejarlo. Se olvidaban de que el diseño gráfico es la piel del interactivo, que los contenidos alguien los tiene que definir”.
Tres meses después Daniel Rodríguez renunció: Tenía sentimientos encontrados; por un lado me gustaba participar en el más grande proyecto de software educativo del país, pero por otro me sentía a disgusto por el rumbo que estaban tomando las cosas.
Poco después lo volvieron a llamar porque comenzaron a hacerse visibles algunos de los problemas que había anticipado. Regresó como coordinador del área de ciencias para Enciclomedia, telesecundaria y de la Guía Interactiva para Secundaria, aunque su trabajo se relacionaba con todo el proyecto: Parecía que las cosas empezaban a tomar un camino más ordenado. Poco le duró el optimismo.
Los gráficos y los interactivos del programa “eran muy bonitos, pero tenían problemas de usabilidad”. Se percataron de errores obvios. Por ejemplo, que los niños pequeños o discapacitados no alcanzaban la barra de herramientas del navegador porque estaba colocada en la parte superior del pizarrón electrónico.
La primera queja de todos los desarrolladores y programadores fue contra el pizarrón electrónico: si querían que resolviéramos la interactividad, todo lo que necesitábamos era un teclado y un ratón inalámbricos.
Las dificultades con el pizarrón electrónico no radicaban sólo en su precio y en su fragilidad, sino en que su empleo nos obligaba a cambiar todas nuestras interfases, a reducirlas y hacerlas todavía más sencillas, con tal de adaptarlas a las capacidades del pizarrón.
No hubo razón que hiciera entender a los responsables de Enciclomedia las desventajas del dispositivo. Adquirieron alrededor de 125 mil, tantos como computadoras se habían instalado en las aulas de quinto y sexto grados de primaria, cada uno a un precio aproximado de 20 mil pesos: En ese momento, de golpe y porrazo, México se convierte en el país que más pizarrones electrónicos compra en el mundo, apunta el entrevistado.
Vendría después otro problema. Los equipos y las herramientas para crear los programas de Enciclomedia trabajaban con software privativo, principalmente de Microsoft, cuyo navegador, Internet Explorer, se actualizaba continuamente. Cada actualización del navegador nos daba en la torre: se restringía la funcionalidad de Enciclomedia, los programas dejaban de operar, los interactivos no se podían proyectar a pantalla completa: Todo lo que se había hecho no cabía en la pantalla o no se abría en las ventanas.
Era una situación frustrante para todo el equipo. Recuerda Daniel Rodríguez: En lugar de ser un amigo, el navegador se había vuelto enemigo del proyecto; cada vez que se actualizaba había que rediseñar todo. Ésta fue una de las razones por las que los equipos empezaron a dejar de usarse en las aulas. Era prácticamente imposible modificar los programas a la misma velocidad a la que se actualizaba Internet Explorer. Y por prohibición de Microsoft, el navegador tampoco podía ser modificado.
Rodríguez empezó a buscar soluciones: me puse a investigar y entonces descubrí el concepto de software libre, que es el usado por el navegador Mozilla Firefox.
Técnicamente, Rodríguez tenía la solución para impedir que Enciclomedia se paralizara: cambiar de navegador.
Y surgió un problema todavía mayor: la columna vertebral de contenidos del proyecto era la enciclopedia multimedia digital Encarta, publicada por Microsoft (actualmente descontinuada). Encarta solamente funcionaba con el navegador Internet Explorer porque ambos pertenecían a la familia Microsoft. Se hizo obligado seguir trabajando con Internet Explorer.
No acabaron ahí los contratiempos. El siguiente fue que Encarta contenía errores e inconsistencias en la materia de historia de México; específicamente las biografías de algunos personajes históricos y la información sobre la intervención estadunidense diferían de los libros de texto gratuitos.
¿Qué hacer? La solución parecía obvia: corregir los errores de Encarta. Cuando los programadores se lo plantearon, Felipe Bracho les dijo que se trataba de un producto cerrado de Microsoft, cuyo contenido no podía ser modificado, so riesgo de generar un conflicto legal por violación a derechos de autor y a la propiedad intelectual.
En cada caso, la orden del coordinador de Informática Educativa del ILCE fue: resuélvanlo.
Por las circunstancias ya descritas, no había lugar para una solución duradera. Los equipos cayeron en desuso, fueron robados o se deterioraron, y los programas de cómputo que hacían funcionar Enciclomedia se volvieron obsoletos.
Daniel Rodríguez no ve razones para que las cosas mejoren con el PHDT, impulsado por el gobierno de Felipe Calderón. Al contrario, el programa persiste en el mismo error de fondo: está desarrollado sobre un hardware (equipo) y un software (programas de cómputo) sumamente complicado, delicado y caro para un contexto socioeconómico como el mexicano.
Una evaluación realizada en 2009 por el Instituto de Investigaciones sobre la Educación y la Universidad (IISUE) calificó de positivo en términos generales el diseño estructural del PHDT; sin embargo, hizo un observación precisamente sobre el punto que a Daniel Rodríguez le parece crucial: el equipamiento de aulas y la capacitación de docentes no bastan para que las herramientas tecnológicas realmente formen parte del proceso de enseñanza y aprendizaje en los salones de clase.
Además, los equipos instalados tienen periodos de vida cortos. Debido a ello y a que la capacitación de docentes pueden tardar, los equipos se vuelven obsoletos antes de haber sido cabalmente utilizados.
Es lo que ocurrió, reconoce el documento del IISUE, con Enciclomedia. Sugería: es imperante desarrollar más estrategias que vinculen las herramientas tecnológicas al proceso específico de enseñanza aprendizaje. Una propuesta en ese sentido es crear la figura de un encargado de aula que brinde apoyo técnico adecuado y negociar con los proveedores de equipos que incluyan el mantenimiento de éstos, o que ofrezcan contratos de renta con renovación de los mismos cada cierto periodo.
Sin embargo, lejos de corregir los errores cometidos en Enciclomedia, el PHDT incurre en otros. El más grave, a juicio de Daniel Rodríguez, es adoptar la estrategia del director del Laboratorio de Medios del Instituto Tecnológico de Massachusetts, Nicholas Negroponte, quien en el Foro Económico de Davos de 2005 propuso el proyecto Una computadora (de bajo precio) por cada niño en las escuelas de los países subdesarrollados, como manera de reducir la brecha tecnológica.
La Secretaría de Educación Pública adquirió cientos de miles de notebooks (computadoras portátiles escolares), lo que implicó pagar no sólo el precio de cada equipo, sino las licencias individuales de los paquetes operativos, de los antivirus y de los respectivos programas específicos para la enseñanza.
El costo se dispara exponencialmente, dice Rodríguez. Un inconveniente extra es que los modelos de computadoras utilizadas, denominadas classmate, no son repararables: no se pueden abrir y las refacciones no existen sueltas en el mercado. Si una se descompone, lo cual es absolutamente factible, saldrá más barato remplazarla que repararla.
Por otro lado, los instrumentos interactivos de enseñanza utilizados en la página de HDT tienen más de cuatro años de haberse desarrollado y pocas personas conocen el software con que funcionan.
El entrevistado asegura que en el ILCE en su momento se desarrollaron recursos para Enciclomedia que son de mayor calidad que los que vienen incluidos de origen en las notebooks.
Daniel Rodríguez cuestiona el empeño de las autoridades en recurrir a equipo y software privativo (que no se puede modificar, importado y caro), cuando con un gasto mucho menor pudo haber ensamblado aquí las notebooks necesarias y haber aprovechado los recursos interactivos ya desarrollados por el ILCE, con la ventaja de que sería el punto de partida para el desarrollo de un software mexicano ex profeso para la educación. Era una oportunidad histórica.
http://www.jornada.unam.mx/2011/06/27/politica/002n1pol