28/10/10

Los Legionarios de Cristo enraizan en las clases altas de México

Un muy buen artículo que publica hoy el Wall Street Journal sobre la creciente y preocupante influencia de la orden fundada por Marcial Maciel. Lo copio entero para que pueda leerse lo más posible. Nota: cuidado con las estadísticas que da la Legión de Cristo, solo cuenta los hombres que se ordenan, pero los que después la dejan...
Con apoyo de élite empresarial, Legionarios de Cristo extienden su influencia en México
Por José de Córdoba
The Wall Street Journal
CIUDAD DE MÉXICO — Hace dos años, un puñado de multimillonarios latinoamericanos y algunos de los inversionistas más importantes del mundo se reunieron el hotel Plaza de Nueva York. El objetivo era homenajear al plutócrata mexicano Carlos Slim y recaudar fondos para las escuelas para niños pobres de la Legión de Cristo, un grupo conservador católico de rápido crecimiento.
Entre los que pronunciaron discursos estuvo el reverendo Marcial Maciel, el fundador mexicano de la Legión, de 85 años, y el presidente de la junta de Citigroup Inc., Sanford Weill. En cuestión de horas, los 500 invitados habían reunido US$725.000.
La Legión estaba en su elemento. Fundada en 1941, la orden concentra su ministerio en los ricos y los poderosos con la idea que, al evangelizar a los líderes de la sociedad, el impacto benéfico en el resto de la sociedad se multiplica. Tal como los jesuitas murmuraban en los oídos de los príncipes europeos hace siglos atrás, los sacerdotes de la Legión son hoy en día confesores y capellanes de algunos los empresarios más poderosos de América Latina. "El alma de un recolector de basura es tan importante como la de Carlos Slim, pero si Slim se convirtiera, se imagina la influencia y el poder para hacer obras benéficas que él podría prestar" dice Luanne Zurlo, ex analista de valores de Morgan Stanley, que organizó el beneficio en Nueva York. Slim, el hombre más rico de Latinoamérica, con una fortuna que estimada en US$24.000 millones, dice que él no es un católico muy devoto, pero que está ayudando a la Legión a crear 50 universidades de bajo costo en la Latinoamérica. La Legión se ha convertido en un factor importante en la promoción de la agenda social del Vaticano y en la defensa del catolicismo contra de las incursiones que grupos protestantes evangélicos en la región. En Roma y Cuidad de México, las universidades del grupo ofrecen títulos avanzados en bioética, disciplina que enfatiza los límites que la moral debería imponer a la ciencia. Los críticos de la Legión sostienen que, al concentrarse en los acaudalados, refuerza las agudas divisiones de clase que por largo tiempo han retrasado a América Latina, social y económicamente. Agregan que la Legión promueve la intolerancia y el arribismo social, antes que la devoción al evangelio de Cristo. Algunos mexicanos aluden sardónicamente a sus miembros, conocidos como los Legionarios de Cristo, como los "Millonarios de Cristo". Algo más preocupante para la Legión es que al padre Maciel, su fundador, se le ha acusado públicamente por casi una década de haber molestado sexualmente a al menos ocho seminaristas adolescentes, desde los años 40 a inicios de la década de los 60. El padre Maciel niega las acusaciones. Muchos activistas católicos, molestos con el encubrimiento de la Iglesia en los casos de abusos sexuales de parte de sacerdotes, piensan que el Vaticano ha protegido al padre Maciel debido al alcance y poder de la Legión.
La Legión opera en cerca de 20 países, incluyendo Estados Unidos, Chile, España, Brasil e Irlanda, pero ejerce su mayor influencia en México, donde administra la red de escuelas católicas para los sectores acomodados de mayor crecimiento y, todos los años en el segundo trimestre, moviliza a unos 20.000 voluntarios para que viajen a pueblos remotos e inciten a los católicos vacilantes a que se mantengan dentro de la fe. Mientras la Iglesia tiene dificultades para captar nuevas vocaciones, los nueve seminarios de la Legión han ordenado a unos 650 nuevos sacerdotes, muchos de los cuales provienen de familias acomodadas. Es un salto frente a los 210 nuevos sacerdotes que tenía en 1990. La Legión también cuenta con 1.000 "señoritas consagradas" — laicas que hacen votos de castidad, pobreza y obediencia— y cerca de 65.000 voluntarios laicos, que forman parte de un grupo conocido como Regnum Christi.
Las obras de caridad representan cerca de US$50 millones del presupuesto anual de US$650 millones de la Legión. La entidad gestiona a Mano Amiga, una red con 21 escuelas que atiende a cerca de 13.000 estudiantes pobres, cuyos padres pagan una mensualidad de entre US$10 y US$20. Los miembros de Regnum Christi han empezado muchos esfuerzos caritativos en México, como un programa que recibe donaciones en dinero de clientes de supermercados para un banco nacional de alimentos. La Legión era una de las favoritas del papa Juan Pablo II, a quién le gustaba la mezcla de fervor religioso y doctrina conservadora.
Poco después de su ascensión como papa en 1978, Juan Pablo II declaró que quería ser el primer papa en visitar México, el segundo país católico del mundo, detrás de Brasil, pero el gobierno mexicano era reconocido por su postura anticlerical. El padre Maciel negoció una invitación, pidiendo ayuda a las devotas madre y hermanas del presidente mexicano, según el biógrafo del Papa George Weigel. El viaje empezó un proceso que culminó eventualmente en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano. En años recientes, el padre Maciel organizó una audiencia privada entre el papa Juan Pablo II y la primera esposa del presidente Vicente Fox, que trabajó en Roma para la Legión en Roma durante un año.
En la actualidad, Maciel escribe cartas afectuosas a Marta Fox, la poderosa segunda esposa del presidente mexicano, que recientemente obtuvo la anulación por la Iglesia de su primer matrimonio, según dos amigos de Marta Fox. Un o de ellos dice que las cartas aluden a "Mi muy querida Martita". La oficina de Marta Fox no respondió a los pedidos de comentarios al respecto.
Los fuertes lazos de la Legión con la élite quedan en evidencia en Monterrey, ciudad de cuatro millones dominada por empresarios. Durante décadas, los jesuitas jugaron un papel importante en la educación de los hijos de familias acaudaladas, pero la Orden Jesuita dio un giro hacia la izquierda y fue expulsada en 1968 por el obispo local, que los acusaba de apoyar un paro en la universidad local. Desde entonces, la Legión pasó a definir el tono intelectual y social de los ricos de Monterrey a través de su red de escuelas, clubes y organizaciones de caridad. Muchos de los empresarios y ejecutivos de Monterrey envían sus hijos a escuelas de la Legión, en la que niños y niñas no se mezclan, y donde forjan conexiones que duran toda la vida. "Son muy buenos educadores", dice Slim. "Mis hijos estudiaron con ellos". Los padres de clase media luchan para pagar las caras mensualidades, que llegan a los US$900, convencidos de que sus hijos se beneficiarán de las amistades que hacen en la escuela, dice David Martínez, ex miembro del grupo Regnum Christi que estudió en escuelas de la Legión y ahora es director-gerente del fondo de cobertura Fintech en Nueva York Casi todos los clanes prominentes de Monterrey tienen un hijo que es sacerdote de la Legión o una hija que es señorita consagrada. Martínez, dice que el padre Maciel es "adorado" por la clase alta de México porque durante 60 años ha hecho que los ricos se sientan como si "Cristo los amara más que a otras personas y los usara como parte de un plan divino". La influencia de los legionarios también se extiende a la oficina. Muchas empresas pagan a evangelizadores de la Legión para que lideren discusiones semanales sobre valores católicos. En Grupo Novem S.A. de C.V., una compañía de aguas que es propiedad de una familia de simpatizantes de la Legión, se le pide a los empleados que asistan a seminarios de una hora sobre temas como el matrimonio y la clonación humana. Los críticos de la orden dicen que ésta crea un sistema opresivo para quienes no adhieren a la ortodoxia católica. José Zumaya, un psiquiatra que trata a parejas en Monterrey, dice que algunos de sus clientes acaudalados sufren de lo que llama "el síndrome legionario", en alusión al temor de sufrir el ostracismo social si se divorcian.
Cuando creó la Legión en 1941, el padre Maciel era un ambicioso joven de 20 años proveniente de la aristocracia católica de provincia. Tres de sus tíos eran obispos y un cuarto lideró un ejército de campesinos contra el gobierno mexicano en 1926 durante la Guerra Cristera. Según la historia oficial de la Legión, el Papa Pío XII ordenó al padre Maciel que reclutara líderes latinoamericanos y dijo que la congregación debería ser como un "ejercito (evangelizador) en formación de batalla".
En 1997, ocho hombres divulgaron acusaciones previamente hechas al Vaticano a través de canales internos, de que el padre Maciel los había abusado cuando eran seminaristas en los años 40 y 50. El organismo del Vaticano encargado de investigar tales acusaciones, bajo la dirección del Cardenal Joseph Ratzinger, no actuó inicialmente sobre una queja formal entablada ante el Vaticano en 1998. En México, los grandes medios ignoraron las acusaciones. Cuando una pequeña estación de TV presentó un documental sobre ellos, varios empresarios organizaron un boicot publicitario que casi llevó a la estación a la bancarrota. El año pasado trascendió que Ratzinger había reabierto la investigación en los últimos días del papado de Juan Pablo II. A medida que la pesquisa se reiniciaba en enero de 2005, Maciel renunció como director de los legionarios, citando su avanzada edad. En abril, un alto investigador del Vaticano fue a Nueva York y México para entrevistar a los acusadores del padre Maciel. Hoy la investigación se mantiene abierta, mientras los legionarios están bajo la dirección del padre Álvaro Corcuera, un mexicano de 47 años, quien dice que continuará gobernando "con una estricta fidelidad" al espíritu del fundador.
Este texto lo bajé exactamente como lo encontré, no le hice ningún cambio. Aquí lo pueden ver: